Episodio 54: Una estrategia para conseguir clientes de branding
¿Te cuesta atraer clientes de branding ideales para tu estudio? Me refiero a ese tipo de cliente que se corresponde con tu nivel, estilo y te pagan bien.
Un proyecto ficticio puede ser decisivo a la hora de atraer buenos clientes.
Y además, podrás hacerlo diseñando libremente, sin tener un cliente mirando con lupa por encima del hombro para pedirte cambios.
Con esta estrategia, dejarás de sentirte desesperado por tu portfolio, por no tener ningún proyecto de identidad visual que se corresponda con lo que quieres diseñar.
En este episodio, voy a compartir contigo los pasos para diseñar un proyecto ficticio de branding, en línea con tu estilo y criterio para añadir a tu portfolio.
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Si eres más de leer que de escuchar…
A estas alturas, es muy probable que ya sepas que en mi estudio Lunes Design me especializo en branding.
El branding es un servicio muy interesante, a nivel creativo, ya que se crea la identidad visual desde 0 - podemos diseñar libremente en lugar de tener que respetar un manual corporativo.
Ahora bien, al ser un servicio de alto valor, cuesta un poco encontrar clientes, sobre todo al principio.
Lo que he descubierto es que ayuda mucho tener un buen portfolio, con proyectos de branding coherentes entre sí (es decir, para el mismo tipo de cliente, con un estilo algo parecido) y coherentes con tu marca y tus valores.
Una vez tienes esto y lo completas con una buena estrategia de marketing, los clientes alineados contigo empiezan a llegar de forma mucho más estable.
Pero claro… esa es como la historia de la gallina y del huevo: cómo tener un buen portfolio para conseguir clientes…. ¿Si no tienes clientes?
Traigo la solución, y es… diseñar un proyecto ficticio. Es una estrategia de la cual ya hablé en Lunes School, de hecho hace unos meses organice un reto grupal para hacerlo todos juntos. Es que es tan buena solución, y ha dado muchos resultados positivos a los que se han unido al reto que hoy quiero repasar contigo los pasos para diseñar este proyecto ficticio de branding, en línea con tu estilo y criterio para que lo puedas añadir a tu portfolio y así empezar a conseguir clientes ideales.
Vamos allá.
El primer paso va a ser elegir el tipo de proyecto que vas a diseñar.
Te recomiendo que sea un cliente superideal, totalmente alineado con el tipo de proyectos que deseas hacer.
Por ejemplo, si te gustaría especializarte en packaging, o si quieres trabajar con marcas que venden productos físicos, está perfecto. No importa que ahora mismo no sean los clientes con los que sueles trabajar.
Solo tendrás que elegir este tipo de cliente para crear tu proyecto ficticio. Y así, mientras te diviertes y experimentas, también estarás creando algo que te ayude a atraer a este tipo de cliente soñado.
Se trata de montarte un mini-briefing que incluya como mínimo el nombre y tagline de la marca y, si te apetece, toda la información sobre el cliente, su público objetivo, su filosofía y valores, etc. etc.
Aprovecho para decirte que en la web de Lunes School, he dejado toda esta información por escrito y unos briefings descargables para inspirarte. Los encontrarás en el apartado de Guías para diseñadores freelance, en el artículo sobre los proyectos ficticios
Una vez lo tengas, el segundo paso consiste en empaparse de esta información y empezar a investigar sobre el sector de este cliente.
Por ejemplo, si eliges hacer el branding de una marca de cosmética vegana, sería interesante que investigues las marcas de este sector y lo que valoran los compradores de este tipo de productos.
Hay sectores o productores con referencias visuales muy marcadas que conviene tener en cuenta a la hora de crear nuestras propuestas - sea para seguirlas o decidir apostar por un estilo distinto.
Ahora bien, tercer paso, pasamos a la práctica.
Antes de empezar a diseñar la identidad visual me gusta crear un moodboard. Lo hago para empezar a decidir los colores y estilo que voy a seguir, para luego poder trabajar enfocada. Te diré que cuando trabajo para clientes, el moodboard tiene un papel distinto, más estratégico. En el caso de un proyecto ficticio es más bien estético.
A mí me gusta hacer el moodboard con InDesign, siguiendo una estructura muy sencilla, para poder arrastrar las fotos directamente en recuadros predefinidos.
¡Ahora sí, el cuarto paso es diseñar! Y empezaremos con el logotipo.
Puedes diseñar un logotipo solo, o un logotipo y sus variantes:
Logotipo horizontal (con y sin tagline)
Logotipo vertical o más compacto
Marca secundaria (esas más pequeñas, con sólo iniciales o el tagline)
Aplicación gráfica del tagline, icono, etc.
Tu logotipo puede tener un isotipo (es decir un icono o ilustración) o ser solo tipográfico.
Yo suelo empezar buscando la tipografía del logo y haciendo mis pruebas a partir de ello. Otros empiezan con bocetos en papel, o por el diseño del isotipo…
¡Tú decides! Eres libre de hacerlo como quieras, recuerda que aquí no hay cliente para exigirte nada. Solo ten siempre en cuenta para qué estás haciendo este proyecto ficticio.
Avanza con la mente en conseguir más clientes de branding ideales y haz que tu proyecto refleje lo que quieres mostrarles.
Una vez tengas tu logotipo, es hora de completarlo con el resto de la identidad visual.
Te seré sincera, a veces trabajo las dos cosas a la par, peor en este punto es cuestión de ordenar y pulir estos recursos.
Puedes decidir hacer una identidad visual completa o mini.
Una identidad visual mini sería con la paleta de colores y una selección de tipografías (para títulos y cuerpo de texto, como mínimo)
Y si quieres ir más allá, puedes incluir iconos, ilustraciones, estampados, texturas corporativas, selección de fotografías, etc.
Si quieres, puedes recoger todos estos elementos en un brand board.
A mí me va bien diseñar algunas aplicaciones de marca (tarjeta de visita, o post de Instagram) para crear estos elementos y ver cómo funcionan.
Si no, es posible que después de montar un brand board, te des cuenta de que alguno de los elementos no acaba de funcionar bien.
Por ejemplo, puede pasar que los colores de la paleta quedan guay en círculos pequeños, pero a la hora de combinarlos en un diseño…. No funcionen tan bien. Por eso, prefiero empezar diseñando cosas concretas.
En este punto, deberías tener entre manos un diseño muy chulo, de lo mejor de lo que eres capaz de diseñar.
Vamos a tratar de que este diseño luzca al máximo, creando unas imágenes para tu portfolio y las redes. Vamos a hacer unos mockups.
¡Esto es muy importante! Siendo diseñador, para ti es fácil imaginar cómo quedará lo que acabas de crear en el mundo real. Pero, para tu posible cliente que no es ningún experto en branding, le cuesta hacerse la idea.
Busca los mejores mockups, los que están en línea con el estilo de diseño que acabas de crear - y sí, a veces son de pago, pero vale la pena invertir en ello. Y si no encuentras el mockup ideal, lo puedes diseñar partiendo de una fotografía que te guste.
Te dejo un pequeño tutorial de cómo se hace aquello y las webs que prefiero para encontrar mockups.
¡Con esto lo tenemos! Un proyecto ideal, listo para compartir en redes sociales y en todos los sitios donde pienses que va a estar andando tu cliente ideal.
Soy consciente de que esta estrategia es una entre tantas otras. Requiere que inviertas tiempo y esfuerzo en ponerla en marcha. Pero, si sigues todos estos pasos, puedes conseguirlo en una semana.
Es algo que probé yo misma el año pasado, inicialmente solo para divertirme, creando una marca ficticia de matcha. Imagínate mi sorpresa cuando, después de publicarlo en Instagram, contactaron conmigo varias empresas y acabé consiguiendo 3 nuevos clientes en mi estudio Lunes Design.
¡Con solo un par de publicaciones en Instagram!
¡Espero que esta estrategia te haya gustado! Hasta pronto para un nuevo episodio.